Khajuraho: Porno bajo el sol

A escasas horas de cumplir la quincena ya en India, me propongo contaros (si los cortes de luz o el mafioso cabrón que lleva internet no lo impiden ...), el primer viaje por el país. La semana en sí acabó con más ajetreo ya en la oficina y descubriendo nuevos restaurantes por el barrio, en este caso un nepalí donde sirven unos "momos" para chuparse los dedos. 

Llegó el viernes y por fin mi primera gran terapia de choque en este país. A poco que me conozcáis, sabéis que cuando viajo, suelo ser un poco ... agonías, cagaprisas, como queráis llamarlo. Todo con su tiempo de antelación, todo bien organizado ect ect. Bueno, pues la primera llegó en casa, estamos preparando la mochila y ZASCA! adiós luz, a buscar todas las cosas sin luz. La segunda en el portal, habíamos reservado un taxi y directamente ... NO APARECIÓ. Vamos, conseguimos hablar con el tío de los taxis pero no estoy muy seguro de si hablaba inglés o hindi, así que podéis imaginar la capacidad de comunicación por teléfono... Consecuencia, trastos en mano, a buscar un rickshaw que nos lleve en plena HORA PUNTA a una de las estaciones de tren. Creo que al cuarto o quinto intento, después de andar con todos los trastos encima, conseguimos encontrar uno que nos llevase. Y he aquí el gran momento, os dejo las cifras, (10 Km - 45 Minutos), tragando humo (los rickshaw son abiertos) en medio del mayor atasco que haya visto jamás ... Menos mal que habíamos salido con tiempo ... porque la hora punta de Nueva Delhi no perdona.

Afortunadamente fuimos capaces de llegar a la estación de Nizzamudin en la que no tuvimos que pasar el detector de metales (aquí lo ponen en todos los sitios, templos, metro, estaciones de trenes ...) sólo por ser blanquitos con cara de no haber roto un plato nunca. La experiencia de coger un tren en India, impone. La gente luchando por subir en marcha al tren en las clases más bajas sólo por coger sitio o por colarse, impresiona. Nosotros viajamos en tercera clase (unas 1.200 rupias para este trayecto), en compartimentos de 6-8 personas cada uno con su litera, y bueno, puedes ir tranquilo. El vagón en cuestión está bloqueado por ambos lados para que los que han pagado (o no) en clases inferiores no tengan siquiera la intención de colarse. Ah y mejor no tener muchas ganas de ir al baño (algún día subiré foto del wc de los trenes ... no aptos para apretón de pelotillas de cabra eh Lau!) durante las 10 horas que tarda en cubrir los 600 Km de distancia...

La llegada a Khajuraho, a primera hora de la mañana. Allí, decenas de indios que se pelean porque vayas a sus hostales. Al final, acabamos en el centro del pueblo, durmiendo por 100 Rupias cabeza (sí sí, durmiendo por euro y medio). El hostal YOGI LODGE (simple pero con muy buena atención!!! les tienes a tu disposición para lo que quieras).

Durante el día estuvimos visitando unas cascadas (con poca agua todo hay que decirlo) y una ruta por varios de los templos del Kamasutra (hay hasta 22) donde se escenifican algunas escenas de sexo imposibles. Nos metieron en el pueblo viejo también, allí pillamos algunos bolis y cuadernos para los chavalines que también hay que decirlo, le echan mucho morro (les compras un boli, se van corriendo a esconderlo, y vuelven a pedirle a otro que le compre uno). Comimos en el restaurante AGRASEN donde no hay que irse sin probar el Paneer Kofta y el Paneer Butter Masala (2 tipos de queso cocinados al estilo indio).

La tarde/noche, ya más de relax, tuvo también sus momentos. Intentando ducharme me abrasé literalmente parte de la mano con agua hirviendo, al salir a buscar una farmacia, medio pueblo movilizado prestándome atención y llevándome a ella (uno quería su comisión, qué jeta!), al final un susto nada más. El resto de la noche en el rooftop del hostal, con la aparición estelar de Rocío Jurado en el móvil de Migue, con el dueño del hostel flipando con "the biggest, la más grande". 

Al día siguiente, decidimos pillar unas bicis para dar una vuelta por los alrededores. Rollo Verano Azul, por los caminos de Khajuraho, que nos dejó momentos muy chulos. Llegamos a una especie de poblado de granjeros donde nos recibieron encantados. Mientras estos hablaban con los adultos, yo me fui con los chavalines, al principio muy muy tímidos, pero cuando les eché una foto y les enseñé sus propios rostros reflejados, se corrió la voz, empezaron a acercarse y a pedirme que les tirase más y más para poder verse, unas sonrisas que no se olvidan fácilmente!

Ya por la tarde noche, vuelta a Nueva Delhi, dejando atrás calma, verde, aire fresco, y volviendo a la jungla de coches, ruido y contaminación que es la capital india. Otras 10 horitas de tren con un empresario indio plantando sus pies en nuestras camas, uhmm ricorico. Llegada a las 5:30 a.m., ducha, nesquick y a la oficina!

NOTA

Mi madre se va a sentir muy identificada con esto que os voy a contar. Si hay algo que me puede volver loco es que me cambien las cosas de sitio. Bueno, pues esta mañana le pedía a Shartrugan que me lavase la ropa, entre las prendas, mis pantalones de correr. Llego a casa, y como loco media hora buscando y buscando, nada. No había manera, le llamo, y resulta que como no había sitio para más en el tendero de casa ... LO HABÍA TENDIDO EN EL DEL PISO DE AL LADO! Al final me he acabado descojonando, porque claro, qué le vas a decir, seguro que para él ha sido la decisión más lógica, al menos se secaba donde se tiene que secar la ropa aunque sea en el de otro piso, ya le he dicho que "never again!".

OTROS

* No hay que irse de India sin probar el chai, un té con leche que está riquísimo.

* No hay mejor negociación que mostrar indiferencia, al final, vuelven a ti.

* Los lasis en restaurantes pedirlos sin agua, que sino, te la lían!

* El barrio ha atardecido lleno de luces de Navidad, el día 26 se celebra DIWALI, la Navidad india, y oye le da un toquecillo de alegría al lugar!

* La frecuencia de ir al baño aumenta por momentos, ¿Delhi belly?

* Creo que la mejor inversión en mucho tiempo fue la de comprar un "futta" en Túnez, qué calorcito en el tren (aire acondicionado a full) sin tener que tocar la manta roñosa que dan.