Y no, ni he consumido psicotrópicos ni he sufrido una aparición mariana. La segunda parte de las "Navidades" las pasé en Kerala, un estado del sur de la India con mucha influencia europea (holandeses y portugueses). De hecho, la vecina Goa (un poco más al norte) estuvo bajo influencia portuguesa hasta los años 70 ... Por eso aunque al principio sea chocante, en esta zona del país, los Ganeshas, Shivas y Hanumans de turno dan paso a las Vírgenes con el niño Jesús en brazos y los palos de criquet pasan a convertirse en verdaderos balones de fútbol!
Tras dejar a mis compis ICEX en salidas del aeropuerto, me fui directamente a llegadas para recoger a Miguel, que venía contento y reventado tras cumplir su reto y realizar su mejor marca personal en 10 Km ruta en la San Silvestre Vallecana donde aguantó 5 Km al lado de toda una Campeona del Mundo como Marta Domínguez (y al final ésta no le sacó más de 25 segundos). Tras unos días por la capital donde entrenamos y visitamos cosillas ...
Y llegó la hora de bajar al sur (no si antes de ver cancelado nuestro viaje a Amritsar por la puñetera niebla delhita, aunque no hay mal que por bien no venga y adelantamos un día el viaje a Kerala). La primera parada, KODANAD. Hasta allí que fuimos para ver un centro de adiestramiento de elefantes. Normalmente la visita los guiris la hacen en un solo día sin hacer noche, pero nosotros sí nos quedamos a dormir en una casa a la orilla del río Periyar, uno de los 7 sagrados de India.
Esto nos permitió, aparte de ver el baño de los baby elefantes en el río a primer ahora de la mañana, pasar una tarde estupenda con una decena de chavales del pueblo, que al no estar acostumbrados a hablar con turistas, estaban encantados de que esos "dos blancos de un lugar llamado España" se recorrieran la zona con ellos. Al final acabamos en casa del chavalín más majete y espabilao, hablando con sus padres y comentando los sueños del pequeñajo de algún día estudiar una ingeniería en Francia ...
Muy fuerte presencia también de símbolos comunistas y de izquierdas. En el sur de la India se está totalmente en contra del sistema de castas y predomina esta ideología.
De allí nos fuimos a KOCHIN, capital del estado, donde habíamos quedado (como quien queda en la plaza de Callao) con Pastora, que llevaba unos días visitando a su bola el sur del país :) Allí pudimos regatear en una tienda de especias con quizás una de las mejores vendedoras de la India y del mundo mundial, QUÉ TÍA, cómo manejaba la situación!
Tras un viajecito en tren, llegamos a VARKALA, un pueblo que tiene un acantilado sobre el que hay tiendas, restaurantes ... y bajo el que se encuentran unas playas bastante chulas. Nos alojamos en los Sea Pearl Chalets, unas cabañas en uno de los extremos del acantilado, con un portero loco y adorable además de unas vistas de las que quitan el hipo. Allí básicamente, playita, pescadito fresco y un atardecer impresionante :)
La última parada fue entre la ciudades de KOTTAYAM y ALLEPPEY. Con suspense porque por primera vez, la agencia de viajes con la que siempre nos pillamos los billetes, la pifió. Y sin darnos cuenta acabamos en un tren de polizones porque los billetes me los habían dado para el mismo día ... del mes anterior!!! Total que previa pequeña multa y cambio a segunda clase (con sus preceptivas cucarachillas) acabamos llegando al puerto donde nos esperaba nuestra houseboat. En ella recorrimos durante un día los backwaters, o las aguas de atrás de Alleppey, la Venecia de la India, llena de canales profundos por donde circulan estas auténticas casas barco. Con tripulante y cocinero para nosotros solos.
La despedidas, como siempre, complicadas, pero recordad, siempre, siempre y siempre, aunque a veces sea difícil, no os olvidéis de SONREIR!!!
(Una sonrisa es contagiosa. Dejad que florezcan mil sonrisas)