viernes, 20 de enero de 2012

Y de repente ... LA VIRGEN MARÍA !!!

Y no, ni he consumido psicotrópicos ni he sufrido una aparición mariana. La segunda parte de las "Navidades" las pasé en Kerala, un estado del sur de la India con mucha influencia europea (holandeses y portugueses). De hecho, la vecina Goa (un poco más al norte) estuvo bajo influencia portuguesa hasta los años 70 ... Por eso aunque al principio sea chocante, en esta zona del país, los Ganeshas, Shivas y Hanumans de turno dan paso a las Vírgenes con el niño Jesús en brazos y los palos de criquet pasan a convertirse en verdaderos balones de fútbol! 



Tras dejar a mis compis ICEX en salidas del aeropuerto, me fui directamente a llegadas para recoger a Miguel, que venía contento y reventado tras cumplir su reto y realizar su mejor marca personal en 10 Km ruta en la San Silvestre Vallecana donde aguantó 5 Km al lado de toda una Campeona del Mundo como Marta Domínguez (y al final ésta no le sacó más de 25 segundos). Tras unos días por la capital donde entrenamos y visitamos cosillas ...






Y llegó la hora de bajar al sur (no si antes de ver cancelado nuestro viaje a Amritsar por la puñetera niebla delhita, aunque no hay mal que por bien no venga y adelantamos un día el viaje a Kerala). La primera parada, KODANAD. Hasta allí que fuimos para ver un centro de adiestramiento de elefantes. Normalmente la visita los guiris la hacen en un solo día sin hacer noche, pero nosotros sí nos quedamos a dormir en una casa a la orilla del río Periyar, uno de los 7 sagrados de India. 




Esto nos permitió, aparte de ver el baño de los baby elefantes en el río a primer ahora de la mañana, pasar una tarde estupenda con una decena de chavales del pueblo, que al no estar acostumbrados a hablar con turistas, estaban encantados de que esos "dos blancos de un lugar llamado España" se recorrieran la zona con ellos. Al final acabamos en casa del chavalín más majete y espabilao, hablando con sus padres y comentando los sueños del pequeñajo de algún día estudiar una ingeniería en Francia ...



Muy fuerte presencia también de símbolos comunistas y de izquierdas. En el sur de la India se está totalmente en contra del sistema de castas y predomina esta ideología. 




De allí nos fuimos a KOCHIN, capital del estado, donde habíamos quedado (como quien queda en la plaza de Callao) con Pastora, que llevaba unos días visitando a su bola el sur del país :) Allí pudimos regatear en una tienda de especias con quizás una de las mejores vendedoras de la India y del mundo mundial, QUÉ TÍA, cómo manejaba la situación! 




Tras un viajecito en tren, llegamos a VARKALA, un pueblo que tiene un acantilado sobre el que hay tiendas, restaurantes ... y bajo el que se encuentran unas playas bastante chulas. Nos alojamos en los Sea Pearl Chalets, unas cabañas en uno de los extremos del acantilado, con un portero loco y adorable además de unas vistas de las que quitan el hipo. Allí básicamente, playita, pescadito fresco y un atardecer impresionante :)






La última parada fue entre la ciudades de KOTTAYAM y ALLEPPEY. Con suspense porque por primera vez, la agencia de viajes con la que siempre nos pillamos los billetes, la pifió. Y sin darnos cuenta acabamos en un tren de polizones porque los billetes me los habían dado para el mismo día ... del mes anterior!!! Total que previa pequeña multa y cambio a segunda clase (con sus preceptivas cucarachillas) acabamos llegando al puerto donde nos esperaba nuestra houseboat. En ella recorrimos durante un día los backwaters, o las aguas de atrás de Alleppey, la Venecia de la India, llena de canales profundos por donde circulan estas auténticas casas barco. Con tripulante y cocinero para nosotros solos. 










La despedidas, como siempre, complicadas, pero recordad, siempre, siempre y siempre, aunque a veces sea difícil, no os olvidéis de SONREIR!!!


 (Una sonrisa es contagiosa. Dejad que florezcan mil sonrisas)

viernes, 13 de enero de 2012

Cambiando de año sin el reloj de la puerta del sol ...

Eso sí, las uvas que no falten, aunque las tengamos que cantar nosotros mismos!



Y es que no se cumplió la tradición "del turrón almendro" y el menda no volvió a casa por Navidad. Pero a pesar de estar a miles de kilómetros he estado muy bien acompañado en estos días. Los días 22 y 24 hacían su aparición por adelantado los Reyes Magos, que en vez de cargar oro, incienso y mirra, trajeron queso, espárragos, chocolate suizo, aceitunas ... Vinieron de las lejanas Berna y Suiza y de la vecina Mascate (que pronto visitaré). Pastora, Roci y Rodri, compañeros del Máster, decidieron pasar la Nochebuena y la Nochevieja en India haciéndome muy buena compañía. Con ellos visité Jaipur y Varanasi.

Jaipur, la ciudad rosa, la capital del Rajastán, la tierra de los maharajás. Caótica, ajetreada, colapsada pero con encanto. Fue divertido ver las reacciones de los recién llegados, yo ya veo normal muchas cosas que a los que lo ven por primera vez les resulta más que chocante.













Entre los momentos a destacar, me quedo con el momento muerte inminente subiendo a uno de los fuertes cuando un camión básicamente casi nos pasa por encima provocando gestos memorables entre los pasajeros del rickshaw, las CECO-preguntas de Pastora sobre aspectos socioculturales indios que jamás me había llegado a plantear (ayyy qué curiosa es la nenaaa jajaj), sus pillerías (voy y me subo a un andamio, voy y provoco a un mono cabrón ect ect), la protección que nos proporcionó un chavalín (sale conmigo en una foto de arriba) en la subida al templo del sol, apartándonos a los monos hijosdeput (les odio!) que inundaban el camino o los espaguettis repugnantemente dulces que nos sirvieron en el hotel, todo un test para las papilas gustativas de los paladares más experimentados! Mientras yo me volví a Delhi para trabajar un par de días, les dejé a ellos camino de la bella Udaipur que yo visitaré más adelante. Mis respetos a estos 3 aventureros que soportaron una noche en clase Sleeper (no de las más lujosas en un tren indio precisamente ...), prueba superada!!!

El día 30 pusimos rumbo a Varanasi, ciudad sagrada bañada por el Ganga (para nosotros el río Ganges) donde muchos hinduístas van a morir o a dejar los restos de sus seres queridos. A pesar de que la niebla más espesa jamás presenciada por mis ojos nos retrasó el vuelo durante casi 7 horas, conseguimos llegar. La ciudad es dura, llena de callejones estrechos (el hostal hubiese sido imposible de encontrar sin la ayuda de uno de los chicos que nos vino a buscar al aeropuerto), llena de animales (vacas, cabras, perros ...) y llena sobretodo de ... MIERDA!

Impacta ver los rituales, los cuerpos quemándose en las pilas funerarias (los ves de lejos ehh, pero sólo el saber lo que es, tira para atrás). Aunque como en todo lugar frecuentado por turistas, muchas veces se pervierte la tradición (que un barco del Ganges se dedique a vender CD's de música a los guiris ...). En Varanasi, las vacas son un peatón más, con la salvedad de que si te viene de frente en un callejón, no te queda otra que refugiarte en un portal hasta que pase. Preferencia para esos seres sagrados, total! Paseando entre los Ghats te encuentras personajes curiosos, el que más me impactó fue el Hombre-Ganesha o según mi teoría, el Hombre-Cojón (ver foto abajo). Un personaje que creen sagrado porque dicen "tiene rasgos de elefante, como el Dios Ganesha", esos rasgos no son más que un mega cojón, o tumor o malformación colgante de la cara que es repugante pero que es lo suficientemente curioso como para que lo mires de frente.













La nochevieja, improvisada, primero en un concierto navideño con el tradicional sitar y después en una terraza sobre el Ganges en la que el humo de los fuegos artificiales se confundía con el humo de los crematorios del río. Autocantándonos las uvas y pasando al 2012 con ganas renovadas y más metas por cumplir! Las navidades continuaron con la llegada de Miguel y nuestro viaje a Kerala, al tropical sur de la India, pero eso es otra historia y yo hoy estoy reventado. Nos vemos pronto, espero que lo pasaseis bien durante las fiestas, se os echó de menos ;)