SEIS, nada más y nada menos que organicé (con mucho gusto) un tour por Delhi y el Rajasthán a seis componentes de la familia. Mamá, Papá, Hermanocabroncete, Tíamadrina, Tíopadrino y Primamística xD. Muchas ganas había ya de ver a los míos y con mucha incertidumbre los días de antes por si la huelga general afectaría o no a los vuelos. Afortunadamente y tras darse una carrerita descalzos por el aeropuerto de Bruselas, llegaban agotados a Delhi y sin respiro alguno, a experimentar India en estado puro.
Los primeros dos días visitamos juntos Delhi, la Nueva y la Vieja, las grandes y verdes avenidas y las caóticas y sucias calles que marcan la diferencia entre una y otra. Y en medio de 6 personas alucinadas y preguntonas, yo, intentado hacerles ver que los rickseros son unos cabroncetes, que les iban a intentar timar cada 5 minutos y que negociasena vida o muerte todo aquello que comprasen. En fin, muchas veces, he de reconocer, me saltaron a la torera e hicieron lo que quisieron!!
Como me imaginaba, entre cabras, Pedrito se encontraba como en su Riaza natal ...
Qué guapos todos, disfrazados de SIKH!
Tras disfrutar el domingo de un show de Bollywood en directo, partieron el lunes por la mañana a ver Agra, Jaipur y Pushkar mientras tanto, yo en Delhi, rezando para que no me les timasen. Parecían taaan jóvenes e indefensos cuando los vi marchar en la minivan ...
A más de 40 grados, a las matriarcas casi les da un soponcio viendo el Taj Mahal, en Jaipur, Carletes fue atacado por monos rabiosos (aunque claro si les tocas la oreja!!!!). En Pushkar arrasaron con las compras y el semihombresemimono Carlos ejerció los galones que le otorgué como líder familiar para que los tenderos no arrasasen con la reserva de rupias de los García-Rodrigo.
Tras mi primer vuelo en avioncito de hélices (cómo brincaba el jodío con las nubes!), nos juntamos todos de nuevo en UDAIPUR, sin duda una de las ciudades más bonitas de la India, con varios lagos y palacios en medio de los mismos que le dan un toque romántico. Allí se rodó parte de una de las pelis de James Bond (de las antiguas, Octopussy).
Camino de la última parada, Jodhpur, hicimos un alto en Ranakpur, donde hay unos templos jainistas de impresión (los jainistas son vegetarianos puros y ni comen ni beben entre el amanecer y el atardecer, no siguen el sistema de castas y lo de que entres con algo de cuero en sus templos, como que no!, IMPUROSSS!).
Después de un agotador viaje por las carreteras indias (donde igual que saltas 100 baches seguidos o te cruzas una manada de vacas) llegamos a Jodhpur, la ciudad azul, color que tienen muchas casas de los brahmanes (líderes religiosos hindúes) y coronada por un impresionante fuerte muy muy bien conservado (pq siue siendo propiedad del maharajá que mete pasta para tenerlo cuidado no como los que caen en manos del Gobierno ...). Allí Carlos y yo degustamos el puesto de tortillas callejero que según la lonely planet gasta más de 1.000 huevos al día, damos fe de que al menos, estaban tremendas las tortillas! La vuelta a Delhi fue de lo más entretenida en tren nocturno, con ratoncillo incluido en el vagón de mis tíos!!
En resumen, que salió todo bien, y que especialmente mi madre salió curtidita para futuros viajes aunque la mujer está asustada de cómo cruzo las calles, es lo que tiene la ausencia de pasos de cebra!!
Carlos y Beatriz sé que están pensando seriamente vovler a India. Carlos para vivir la vida con sus pequeños hermanos simios de Jaipur con los que putearía constantemente a los turistas y mi prima para fundar un templo de los Hare Krishna, vaya flor de loto que tenemos en la familia, místicas que eres una mística!!!
Bueno, este reportaje, ni en el HOLA ehhhh
